HOY ERA EL DÍA. Teóricamente, Robert Zemeckis, el director de la película Regreso al Futuro, había imaginado mil historias sobre cómo sería la sociedad del 21 de octubre del 2015. Sin embargo, no adivinó que en pleno siglo XXI surgiría algo tan extraño como la necesidad del ser humano de estar pegado constantemente a una pantalla. “UNA GRAN EVOLUCIÓN” habrá pensado.Pero si realmente existe algo en lo que hayamos evolucionado, es que ahora la gente puede estar en dos sitios a la vez gracias a la app más hipster del momento: Instagram.
Dejad que os explique un par de cosas solo una cosa. Esta aplicación de fotos, que se ha convertido en una nueva red social, tiene la opción de poner la ubicación justo encima de la fotografía. Es gracias a este mecanismo que la forma de usar esta herramienta ha clasificado a los usuarios en 3 tipos:
- Los pesados que no paran de poner lugares exóticos para viajar. Que si te enseño mi culo moreno en el mar de Bali, que si me hago una foto de voluntaria en el Tibet con niños
en el mar(Tibet no tiene mar) para conseguir más likes. Juntamente con la ubicación, que NUNCA FALLA. Por si no nos había quedado claro, el perfil visitado está recorriendo el mundo y te lo restriega por la cara cada vez que tiene wifi. - La gente CUTRE –porque no tiene otro nombre– que pone fotos con el novio y usa la ubicación para explicar lo que siente. Por ejemplo: En el paraíso. Y quizás han estado toda la tarde comiendo pipas sentados en el banco más sucio y viejo del parque, mientras se dan mimitos delante de todos los niños que acaban de salir del colegio. A esto le añadiría también, que se dan los mimitos delante de los padres que vigilan a los niños, los cuales les miran con cara de “Ya podrían separarse un momento estos dos, que se van a ahogar”. Pero da igual, no prefiero seguir con el tema porque parecerá que estoy dolida por amor, Y NOOOO. En serio, no.
- Las chonis. Por favor, os juro que me hace mucha ilusión hablar sobre esta clase de personas, a las que creo que ya llegan a ser una nueva clase social. Enhorabuena. Pues bien, a esto me refería al principio. Gracias a ellas, hemos descubierto que con Instagram puedes estar en dos sitios a la vez. Puedes colgar una foto en tu cama y poner que estás en Malalts de Festa, gran discoteca donde las haya. O bien, hacerte una foto en el baño de tu casa –de las típicas, enfocadas en el espejo- y decirle al mundo que estás en la Facultad de Ciencias. A lo que todo el mundo habrá pensado “Ciencias. Sí. Me lo creo”.